Tips para cambiar tu bañera por un plato de ducha
Si por fin este año vas a cambiar tu bañera por un plato de ducha, no olvides tomar ciertas precauciones. Primero de nada, leerte este post ya que hoy te damos algunos consejos de nuestro equipo experto en diseño y reformas de baños.
¿Por qué ya dar el paso de cambiar tu bañera por una ducha?
Cambiar tu bañera por una ducha es una excelente forma de mejorar la funcionalidad y seguridad de tu baño. Las duchas ocupan menos espacio, son más accesibles y reducen el riesgo de accidentes, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida. Además, permiten un uso más eficiente del agua y aportan un diseño moderno y elegante, aumentando tanto la estética como la practicidad de tu baño.
1. Sopesa el espacio disponible
Toma medidas del área exacta donde se encuentra la bañera con el fin de elegir el tamaño correcto del plato de ducha. Asegúrate de que este último es compatible con el espacio disponible. Si te decantas por un plato de ducha de resina, podrás adaptar por completo las medidas y forma de este al hueco que ha dejado tu bañera. E incluso superar este y llevar tu plato de ducha de pared a pared.
2. Considera la accesibilidad
Si el objetivo es mejorar el acceso para personas mayores o con movilidad reducida, debes colocar tu plato de ducha a ras de suelo o con un perfil muy bajo para evitar tropiezos. Si lo haces, no solo estarás mejorando la estética de tu baño, si no ganando en funcionalidad y comodidad. Eso sí, tendrás que tener la seguridad de que el sistema de desagüe está lo suficientemente bajo para colocar el plato sobre el mismo sin que sobresalga del solado. De lo contrario, tendrías que realizar una pequeña reforma (la cual no suele entrañar dificultad) para nivelarlo.
3. Elige el tipo de plato de ducha adecuado
Existen diversos platos de ducha en función de los materiales empleados para su elaboración. Sin embargo, la cerámica tradicional, aunque fácil de limpiar y resistente, se está viendo desplazada por los platos de ducha de resina o carga mineral, de textura antideslizante, más cálidos al tacto, integrables en el suelo y con más variedad de acabados. Además, pueden adoptar las medidas y formas que desees.
4. Revisa la instalación del desagüe
Asegúrate de que este se encuentra en la ubicación adecuada, es decir, que sea compatible con el plato de ducha. Y que este último puede colocarse con la pendiente suficiente para que el agua fluya correctamente hacia el desagüe (entre el 1-2 % de pendiente mínima).
5. Selecciona la mampara más adecuada
Mamparas correderas o en equina para baños pequeños, pues no ocupan espacio adicional al abrirse; mamparas abatibles o plegables, para un acceso más amplio; mamparas fijas y minimalista, una opción elegante cuando el plato de ducha es suficientemente grande… El espacio y distribución de tu baño marcará el tipo de mampara a elegir. Las que tienen tratamiento antical facilitan la limpieza y evitan la acumulación de residuos de agua.
6. Planifica los costes
Cambiar una bañera por un plato de ducha puede tener costes variables dependiendo del tamaño, materiales y la mano de obra requerida. Además de los gastos de las reformas adicionales como el cambio de revestimientos, impermeabilización y posibles modificaciones en las tuberías.
Además, asegúrate de que el plato queda perfectamente sellado y la zona, impermeabilizada para evitar problemas de humedad en las paredes o en el techo del vecino. Y ten en consideración la estética del espacio: el revestimiento de las paredes, los acabados, el mobiliario…, para elegir el plato de ducha más adecuado para tu baño.
Por último, y ante la duda o la falta de pericia, contrata a profesionales, pues cambiar una bañera por un plato de ducha puede implicar, por ejemplo, ajustes de fontanería para evitar filtraciones.
- Posted by Laguardia y Moreira
- On 27/09/2024