Mármol y dorados: el glamour en el baño vuelve con fuerza
De diseño moderno o clásico, los baños de lujo están de moda.
Un baño admite azulejos de todo tipo. No importa el tamaño ni la geometría ni el material del que estén fabricados, solo importa el aspecto que quieras dar a ese espacio de la casa. Pues bien, el mármol es, sin duda, una apuesta decidida por la sofisticación.
Nos referimos al mármol en piezas grandes y súper grandes, sin apenas juntas, en tonos que se mueven en una amplia paleta de grises, blancos y negros, esa es la tendencia que arrasa en los baños de lujo.
Detalles cálidos para ambientes fríos en el baño
Pero ¿cómo introducir el mármol en el baño y lograr un ambiente cálido? El mármol está asociado, irremediablemente, a diseños muy alejados de esa calidez que a veces buscamos en nuestro hogar. Aunque no necesariamente.
Podemos recurrir a fórmulas que integren cierta tibieza en el diseño. El secreto reside en los accesorios y en su acabado: taburetes tapizados en telas aterciopeladas y tonos rosas, estores y textiles (toallas, alfombrilla…) en tonos pastel… Existen muchas opciones al respecto.
De hecho, hay quien apuesta por el acabado negro mate en el mobiliario, la grifería o los perfiles metálicos, en busca de un estilo que integre el mármol en un diseño industrial para su entorno de baño.
Cuando el lujo es total
Pero si queremos obtener un baño de lujo en mayúsculas, el dorado es nuestro aliado perfecto. Grifería, apliques, el marco del espejo, toalleros…, ¡incluso las cubetas del lavabo pueden ser doradas! Además, si eres una persona coqueta y cuentas con el espacio para hacerlo, puedes tu propio salón de belleza en el baño siguiendo este estilo. ¡Un baño de lujo en toda regla!
Apostar por el efecto oro en mayor o menor medida está en nuestras manos. Todo dependerá de la imagen que queramos trasladar a nuestro baño: si el exceso y la opulencia propia de las artes decorativas de vanguardia en el París de los años 20, o ese minimalismo nórdico que tanto nos gusta y que podemos romper visualmente con tan solo un par de detalles dorados. En el primer caso, el mármol blanco con gruesas vetas negras es la elección correcta, en el segundo, un mármol eminentemente blanco y luminoso, apenas veteado.
Sea como sea, lo importante es que el mármol se convierta en el revestimiento estrella de suelos y paredes, y el dorado, en el complemento predilecto.
- Posted by Laguardia y Moreira
- On 24/02/2022