¿Reforma a la vista? Primero piensa en el lavabo

¿Vas a reformar tu baño y quieres perder de vista el tradicional lavabo de cerámica blanca encastrado o, peor aún, con pie a la vista?

No desesperes, el mercado te brinda un sin fin de posibilidades adaptables a todo tipo de espacios de baño y bolsillos. Toma nota.

Decantarse por el lavabo según el tipo de material

A la hora de elegir el mejor lavabo para tu baño es imprescindible tener en cuenta los metros disponibles y las necesidades diarias, solo así podrás sopesar la posibilidad de optar entre uno o dos senos, entre un modelo con encimera u otro suspendido o entre uno integral, de fácil limpieza, o encastrado, donde las juntas siempre se nos resisten.

Sin embargo, existen otros factores que, como usuarios, tenemos muy en cuenta a la hora de escoger y uno de ellos es el tipo de material del que está confeccionado y la forma en la que vamos a integrarlo en el mobiliario del baño. Aquí os dejamos algunos ejemplos:

Lavabos de cerámica sobre encimera

No tienen por qué ser blancos, ya que hoy en día pueden elegirse acabados prácticamente de cualquier color deseado, ni ovalados, pues los nuevos lavabos de cerámica o loza presentan mil posibilidades en cuanto a formas. La gran ventaja de emplear este tipo de material es que suele resultar muy económico y duradero. Colocado sobre la encimera de tu baño conseguirás ese efecto vanguardista que tanto buscas sin necesidad de tener que recurrir a otros materiales más caros.

Lavabos de piedra, mármol o pizarra

Sin duda, están de moda, a pesar de su elevado coste y difícil instalación. Sin embargo, el resultado es especialmente bello y sofisticado, sobre todo el de aquellos modelos cuadrados ubicados sobre una encimera de madera natural, de ahí que sean tendencia.

Lavabos de materiales sintéticos

Seguramente se trata del tipo de lavabo más comercializado. Los motivos no son pocos: resultan económicos y nos permiten conseguir cualquier forma deseada y pigmentarla al gusto. Además, pueden integrarse en la propia encimera formando parte de una misma pieza y consiguiendo un efecto limpio y de gran armonía, o colocarse bajo ella o sobre la misma.

Lavabos colgados de acero inoxidable

Suelen emplearse en aseos de estilo industrial donde el espacio es limitado, pues a menudo carecen de pie e incluso de encimera, de ahí que hayan sido los grandes protagonistas de baños comunitarios en cafés y bares, también por su precio moderado. El gran inconveniente, que suelen resultar muy sucios, sobre todo en zonas donde el agua presenta mucha cal, y requieren mayor dedicación y tiempo de limpieza.

Lavabos de cristal templado

Tuvieron su época de esplendor, con miles de colores para elegir, vivos y alegres; hoy en día, se consideran pasados de moda. Los grandes contras: resultaban más sucios y, sobre todo, más delicados, pues podían rayarse o romperse con facilidad ante cualquier golpe.

Ahora que ya sabes qué lavabo es el que más te conviene según tus circunstancias, entra en Laguardia & Moreira y descubre todo lo que podemos hacer por ti.