¿Dudas? Hoy te ayudamos a elegir el nuevo suelo de tu espacio de baño

Elegir el suelo para nuestro nuevo cuarto de baño es una de esas decisiones que nos lleva más tiempo del esperado. La multitud de opciones disponibles en el mercado tampoco lo pone fácil.

Aquí van algunos consejos sobre cómo elegir bien, sin gastarnos más dinero del necesario ni fracasar en el intento:

1. Algo más que estética. Los suelos del baño deben ser bonitos, en eso estamos de acuerdo. Pero, ante todo, prácticos y seguros. En otras palabras: tienen que ser capaces de evitar caídas por resbalones con el agua, resistir la humedad y resultar confortables, al fin y al cabo, es el suelo de la casa que más veces pisamos descalzos.
2. Fáciles de limpiar. El suelo del baño se mancha con facilidad, especialmente si convivimos con niños o niñas en casa. Así que, lo mejor es que pueda limpiarse de manera sencilla, con apenas pasar una bayeta en un momento determinado. Y si el acabado es, como decimos en España, sufrido, mejor. Es decir: que enmascare todo lo que caiga al suelo hasta el momento de limpiarlo.
3. La importancia del tipo de material. Desde la tradicional baldosa porcelánica a los suelos vinílicos, existen varias opciones económicas que ofrecen prestaciones diversas. Elegir entre una y otra dependerá de nuestros gustos, poder adquisitivo y metros cuadrados disponibles:
   • La madera, por ejemplo, proporciona una sensación de bienestar máxima, aunque ha de estar perfectamente tratada y pertenecer a un tipo que se altere lo mínimo posible frente al cambio brusco de temperaturas. Suele tratarse de una opción más cara que las siguientes.
   • Las baldosas cerámicas o gres, por su parte, son muy resistentes y con un comportamiento magnífico frente a la humedad. Las hay de tantos acabados, medidas y precios como podamos imaginar. El suelo porcelánico resulta mucho más resistente y su acabado denota elegancia, sin embargo, su precio es también mucho mayor.
   • El microcemento pulido evita las molestas juntas, esas que tienden a amarillear o oscurecerse con el paso del tiempo, y ofrecen una grata sensación de continuidad y amplitud en baños pequeños. Resulta más caro que algunos pavimentos de gres, pero más barato, por ejemplo, que la madera. 
   • Las baldosas hidráulicas logran ese toque original que buscamos para el baño, con mil posibilidades estéticas a nuestro alcance. Suele tratarse de una opción menos económica, sobre todo si optamos por piezas artesanas.
   • Los suelos vinílicos son perfectos cuando queremos ahorrarnos dinero, pues pueden colocarse sobre el revestimiento anterior. Resisten estoicamente el paso de los años, son impermeables y resultan agradables al tacto. Además, son baratos.
4. Acude a un centro especializado en espacios de baño. Encontrarás lo último en tendencias y de las mejores marcas a un precio asequible, además del asesoramiento profesional que necesitas.

Nuestro consejo final es que elijas un suelo que realmente te guste, con el que te sientas bien, y que garantice tu seguridad y la de los tuyos dentro del baño. ¿Hablamos?