¿Apertura batiente?, ¿corredera?, ¿plegable? Antes de elegir, aquí van las claves

Al principio, puede parecer una tarea fácil, más incluso que elegir el plato de ducha adecuado o el revestimiento de nuestro nuevo baño, sin embargo, elegir la mampara idónea no resulta tan sencillo cuando nos enfrentamos a un gran abanico de posibilidades.

Consejos para elegir la mampara ideal

Estos son los cinco consejos que debes seguir para elegir una mampara que además de cómoda te ofrezca amplias prestaciones en el cuarto de baño.

1. Ten en cuenta el espacio disponible. Este condicionará el tipo de apertura de tu mampara y su forma. Si el baño es pequeño, el sistema de corredera será tu opción frente a una mampara de hojas abatibles, pues no restará espacio a la estancia. Si el plato de ducha es cuadrado y pequeño, las mamparas en equina con dos hojas fijas y dos correderas son la opción más idónea.
2. Batientes para quienes buscan comodidad. En este caso, las batientes, tanto hacia dentro como hacia fuera, ganan por goleada, pues facilitan enormemente el acceso al plato de ducha, al dejarnos todo el espacio que necesitemos para acceder al habitáculo. El gran “pero” es que necesitaremos un baño bastante amplio para su instalación. Las mamparas con una hoja batiente son perfectas para personas con dificultades de movilidad.
3. Correderas, si optas por la funcionalidad. Las mamparas de una sola hoja fija resultan sencillas y muy elegantes, al carecer de perfileria; sin embargo, no son tan efectivas en cuanto a la retención del agua como aquellas mamparas de una o dos puertas correderas, ya que las primeras deben dejar una amplia abertura para facilitar el acceso al plato de ducha.
4. Una sola hoja fija para mayor facilidad de limpieza. Las mamparas de cristal fijo son, frente a las de dos puertas correderas o una puerta corredera y un cristal fijo, muy fáciles de limpiar, pues carecen de guías, rodamientos o puntos inaccesibles que a menudo tienden a acumular suciedad y, además, son difícil de alcanzar para su limpieza total. Si el vidrio escogido tiene un tratamiento antical, mejor que mejor, pues menos se ensuciará.
5. Cristales translucidos para más intimidad. El acabado del cristal resulta especialmente importante cuando el baño es compartido. Lo ideal es el transparente, pues ganas en sensación de amplitud, pero si cabe la posibilidad de que un compañero de piso o familiar entre en el baño mientras te estás duchando, los traslucidos, serigrafiados o decorados son una buena opción.

Otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir tu mampara de ducha son la facilidad de apertura y cierre, la resistencia a los golpes (el vidrio templado de la mampara ha de tener un espesor mínimo de 6 mm) y la corrosión, la calidad de los rodamientos (reforzados para mayor resistencia y suavidad a la hora de abrir y cerrar), la durabilidad del material, la estanqueidad del modelo escogido, el servicio post venta y la garantía de tu tienda de confianza.

Ahora que ya sabéis todos los trucos para escoger la mampara que mejor le vaya a tu espacio de baño, debéis poneros manos a la obra y ponerle fecha ¡a la próxima reforma de vuestro espacio de baño! ¿Hablamos?