Los bidés son una especie en extinción. Desaparecen de la mayor parte de los nuevos diseños y nuestra pregunta es: ¿por qué?

Intentamos responder a la desaparición de una de las piezas clave de cualquier baño hasta hace unas décadas y por qué deberíamos recuperarlo.

Del espacio limitado a los nuevos hábitos de vida

Aunque los bidés fueron muy populares en el pasado, en los últimos años su instalación ha disminuido en muchas viviendas modernas. Esto se debe a varios factores que podemos enumerar:

• Espacio limitado en los baños: a veces, ni el diseño más compacto es capaz de hacer frente a los reducidos baños que encontramos en muchas nuevas viviendas, donde los salones o las terrazas cobran protagonismo y suman metros cuadrados. Dado que el bidé es un sanitario adicional, a menudo se omite para maximizar el uso de la zona disponible.
• Preferencia por soluciones innovadoras: muchos hogares han descubierto las bondades de los inodoros con funciones de bidé integradas, además de otras como  sistema de calefacción, regulador inteligente de temperatura del agua, secado automático y un largo etcétera tecnológico que ya viene siendo muy común en culturas como la japonesa.
•  Higienización: los bidés, como cualquier otro sanitario, precisa de mantenimiento en términos de limpieza y posibles reparaciones de fontanería en caso de avería. Así que, el prescindir de esta pieza contribuye a optimizar el tiempo invertido en dichas tareas.
• Cambio de hábitos y cultura: el bidé siempre se asoció a una necesidad específica de higiene personal. Sin embargo, en una sociedad en la que nos duchamos prácticamente a diario, esta ha desaparecido.

 Estas son algunas de las causas que han empujado a la desaparición del bidé en muchas viviendas. Sin embargo, hay quien, a pesar de todo, reclama su instalación. Porque sigue creyendo en su funcionalidad y porque encuentra ventajas asociadas que no puede conseguir con otras soluciones para el baño. Por ejemplo:

• En higiene personal: una limpieza más efectiva en comparación con el uso exclusivo de papel higiénico.
• En comodidad: en caso de postoperatorio o de su uso por parte de personas con movilidad reducida.
• Avances en el diseño de bidés: en los últimos años, el diseño de interiores ha favorecido estéticas más minimalistas y funcionales que también se han dejado sentir en los bidés, ahora más compactos y ergonómicos, como demuestran los últimos modelos de bidé de Roca.

Cierto es que en los planes de distribución de interiores se priorizan otras zonas confortables como son el espacio dedicado a la ducha. Y que la globalización del diseño hace que las tendencias en países donde los bidés no eran comunes se extiendan a otros mercados en los que sí lo era.

Aún con todo, reclamar esta pieza como elemento de confort adicional es totalmente plausible. Así como sus nuevas funcionalidades de la mano de características avanzadas que mejoran aún más la comodidad y la experiencia de uso.