El secreto está en los pequeños detalles

Qué se lo digan a los amantes del minimalismo nórdico, donde mobiliario y revestimiento tratan de pasar desapercibidos, de ser neutros, para ceder todo el protagonismo a esas pequeñas piezas decorativas que lo llenan todo con formas, texturas y colores llenos de vida.

Y es que, nunca, como ahora, los accesorios han servido para tanto. También en el baño, un espacio donde a menudo se olvidan esos pequeños guiños que pueden hacer tanto por nuestro espacio en el hogar y pueden ser la clave para diseñar el baño de tus sueños.

Belleza y funcionalidad a partes iguales.

¿Qué más se puede pedir a un accesorio para el baño? Si optamos por piezas que además de bonitas sean eminentemente funcionales, habremos acertado de lleno.

Un ejemplo práctico y maravilloso que se nos viene a la cabeza son los prácticos cestos de mimbre para el baño, que hacen las veces de distribuidores o cajones.

Estos elementos se han convertido en algo esencial en aquellos baños que desean un toque orgánico y natural. Es imprescindible cuando apostamos por lavabos suspendidos y acompañados por una balda inferior para depositar aquellos elementos que usamos de forma cotidiana: toallas, secador, papel… 

De todos los tamaños, formas y acabados, este tipo de cestas nos ayudan a mantener el baño limpio y ordenado, además de conseguir una estética perfecta.

La estética por la estética

Otras veces no buscamos nada funcional, tan solo darle a nuestro baño una identidad propia, muy personal, a través de elementos bellos y decorativos que llamen poderosamente la atención.

Es el caso de los marcos de espejos. Los hay labrados en madera, metálicos o de moldura; de estilo étnico, rococó, industrial o pop. Esta variedad nos permite optar por la pieza que mejor encaje con el ambiente de nuestro baño y hacer del espejo una verdadera joya, como si de una pieza de museo se tratase.

Nunca un elemento suspendido en la pared y tan necesario como un espejo había dado tanto de sí.

De hecho, los espejos de aumento también pueden cumplir su función estética. Suspendidos en la pared o de pie, encontramos modelos vintage o modernistas que hacen de estos accesorios una pieza más de decoración en el baño.

El arte de los detalles gráficos

Aunque en nuestro país no somos muchos de decorar con cuadros las paredes del baño, parece que por fin abrazamos una tendencia que, sin duda, puede hacer mucho por tu baño.

 No hace falta que cuelgues un lienzo, bastará con una bonita lámina enmarcada, de tamaño reducido, con una acuarela, un grafismo publicitario o una ilustración. Podrás situarla sobre una pequeña repisa o suspenderla de la pared. 

Mensajes reivindicativos que nos recuerden la necesidad de ahorrar agua para cuidar del medioambiente o un paisaje floral, todo vale para llamar la atención, de forma original y con mucho estilo, de quienes entran a nuestro baño.

Existen otros elementos, más clásicos, a los que también podemos recurrir: dispensadores y dosificadores de jabón, vaso para cepillos de dientes, jarrones para flores… Los hay de cristal, de imitación a piedra, cerámicos con relieves imposibles, dorados, de estilo rural y un larguísimo etcétera para lograr justo el efecto deseado sobre la encimera del baño. Solo tienes que escoger el tuyo.