Cómo poner fin a las humedades del baño

Acabar con las humedades del baño se convierte en una obligación si no queremos echar a perder nuestro mobiliario, revestimientos, pintura e incluso paredes, ¡ni tener problemas con los vecinos! 

Poner fin a las humedades será también hacerlo con un problema de salubridad, pues la tendencia a la aparición de hongos y bacterias en las zonas afectadas es frecuente.

Sigue estos consejos y echa de tu baño cualquier resquicio de humedad:

• Humedad notable y localizada

Si la humedad aparece de repente, es notable y está muy localizada, podría deberse a la rotura o desgaste de una tubería. En ese caso, no queda más remedio que picar en la pared, justo donde se evidencia el problema, y encontrar la fuga de agua para después subsanarla. Se trata de la solución más costosa porque a la mano de obra debemos sumar la pieza de tubería que hemos tenido que cambiar y el nuevo revestimiento para esa zona, si es que no contábamos con azulejos o pintura extra para situaciones como esta. La filtración también puede venir del exterior, por un mal revestimiento de la fachada o el tejado, en ese caso, la solución nos lleva a una obra más costosa para mejorar la cualidad aislante de los muros exteriores o la cubierta de la vivienda.

• Humedad por condensación

En el caso de la humedad por condensación, la alternativa es más económica, aunque constante en el tiempo. Esta humedad aparece por el contraste de temperatura con el exterior y se traslada en miles de gotitas de agua resbalando por la ventana y la pared. Si cuentas con azulejos, no hay problema, pues soportan la humedad perfectamente, pero si hablamos de un baño pintado o forrado con papel, que no han sido concebidos expresamente para lugares húmedos, podrías tener problemas. ¿Qué hacer en este caso? Ventilar al menos 5 minutos todas las mañanas y apostar por ventanas con mejores cerramientos o por un extractor o deshumificador.

• Humedad por capilaridad

Este tipo de humedad es común en viviendas bajas y unifamiliares, pues procede del propio terreno, sobre todo en zonas húmedas. Existen varias soluciones: inyección de resinas, mejora del aislamiento hidrófugo en ciertas zonas, electroósmosis inalámbrica, higroconvectores…, aunque los riesgos de que aparezcan manchas o se desprenda la pintura de la pared, siempre está ahí. Incluir un bonito friso hasta media pared es una idea estupenda para evitar tener que pintar todos los años la parte baja.

¿Y para acabar con las manchas de humedad ya existentes? Lo más recomendable es aplicar una solución antimoho y antifúngicos y volver a pintar las juntas o la pared (en el caso de no tener azulejos) con pintura específica contra la humedad.

Sea como sea tu situación, no olvides que en Laguardia & Moreira somos especialistas en espacios de baño. Te ofrecemos un servicio integral, personalizado y profesional para lo que necesites, ¡no dudes en ponerte en contacto con nosotros!