Qué sistema de ducha escoger para tu baño

Se trata de una de las grandes dudas a la hora de reformar el baño y sustituir la bañera por un plato de ducha: ¿ducha empotrada o externa?

Para encontrar la respuesta más adecuada tendrás que contestar a las siguientes preguntas:

¿Puedes y quieres hacer obra?

Las duchas de pared, aquellas que ocultan detrás del revestimiento las tomas de agua, tuberías y soportes, es decir, todo el sistema de ducha excepto los mandos (que se reducen a la mínima expresión y se colocan de forma vertical), el flexo con la alcachofa y el soporte rociador, requieren de mano de obra especializada en trabajos de fontanería y alicatado. 

Y es que, no solo habrá que hacer hueco en la pared (si se puede) para incrustar el sistema, sino que habrá que restablecer el número de azulejos retirados y, si no se cuenta con los suficientes, incorporar un revestimiento extra sobre los mismos, con paneles fenólicos, por ejemplo.

Todos estos trabajos de ejecución y material extra incrementan el precio de la ducha.

¿Cuentas con suficiente amplitud en el espacio de baño?

Una de las grandes ventajas de las duchas empotradas es que ahorran mucho espacio al esconder buena parte del sistema. Además, los diseños de este tipo de dispositivos son minimalistas y compactos, por lo que visualmente también se gana en amplitud. Así que, si tienes una ducha y cuarto de baño pequeños, las empotradas son una opción magnífica para ganar espacio, sobre todo si acompañas el diseño con una mampara sencilla y con la mínima perfilería posible.

En baños pequeños, sin duda, merece la pena apostar por duchas empotradas si es que se quiere y se puede llevar a cabo su instalación.

¿Buscas, ante todo, comodidad?

Las duchas empotradas son funcionales y muy higiénicas. Su minimalismo y la escasa superficie que dejan a la vista facilitan las labores de limpieza enormemente y brindan mayor movilidad dentro del espacio dedicado al baño.

Por otra parte, existen varios aspectos a tener en cuenta para comprar una columna de ducha. Estas, suelen resultar más aparatosas, aunque si te gustan especialmente o no tienes intención de enfrentarte a una obra en el baño, existen modelos muy compactos que optimizan el espacio y permiten personalizar la experiencia bajo el agua.

Sea cual sea tu opción, la estética no debe preocuparte, porque ambos sistemas presentan soluciones de gran belleza con todo tipo de acabados y tecnología integrada para hacerte la vida más fácil y placentera. 

¡Ahora es el momento de cambiar tu bañera por una ducha y tú eliges que sistema prefieres instalar!